Vecinos del sector El Mirador aseguran que tomarán medidas drásticas la próxima semana, si no les solventan el problema que surge de un desperfecto de la máquina de rebombeo ubicada en la urbanización El Mirador.
Jessica Guevara @JessicaGuevara3
Desde hace 3 meses en la avenida principal del sector El Mirador, en el municipio Guanipa, hay un bote de aguas negras que afecta a la comunidad de la zona. Habitantes aseguran que han realizado varias denuncias a Hidrocaribe y a las autoridades pertinentes, sin conseguir asistencia y solución al problema.
Katiuska González, también vecina de la urbanización, señaló que la de su madre es la más afectada porque el bote emerge directo a la entrada de su propiedad. “Aquí viven mis 5 nietos pequeños, y para mi es una preocupación constante los malos olores que emana la cloaca”, expresó.
González señaló que el viernes pasado manifestaron quemando cauchos y una representación de la alcaldía les informó que solo faltaba una pieza para reparar la máquina de rebombeo ubicada en la urbanización El Mirador, de donde surge el problema.
Al parecer, el costo de la reparación asciende a las 250 mil bolívares fuertes, y los vecinos de la urbanización no asumen pagar la reparación.
«Estamos en una zona aislada por lo que es difícil hacernos escuchar y la putrefacción es insoportable. Los vehículos que transitan por la vía hacen salpicar la cloaca a nuestras casas, contaminando a nuestra familia y mascotas», manifestó Humberto Díaz, habitante del sector.
Acciones contundentes
Un grupo de vecinos de la comunidad calificaron como una burla de parte de la alcadía de Guanipa que después de tres meses con este problema, aún no les den una solución, razón por la cual advirtieron que este próximo lunes volverán a protestar hasta ser escuchados. Reiteran el llamado al alcalde Pedro Martínez para que intervenga en esta problemática y solvente el inconveniente que mantiene en zozobra a más de 50 familias.
Afecciones
Los malos olores que se respiran en el sector, no es el único problema que afecta a los habitantes, ya que el peligro latente surge si las aguas negras entran en contacto con las aguas blancas, ya que las contaminaría.
«En esas aguas pululan los gérmenes. Si una persona consume esa agua contaminada puede conllevar a la aparición de enfermedades infecciosas de la piel (sarna, dermatitis), enfermedades respiratorias producto de áscaris lumbricoides que pueden comenzar con una simple tos y terminar con la expulsión de áscaris por la boca», explicó la doctora Nilsa Vargas de Varela.
La especialista agregó que estas enfermedades parasitarias dan como consecuencia fiebre, anemia, lesiones intestinales (amibiasis y giardiasis), malestar general e inapetencia. «Si la contaminación llega a los cultivos, en lugar de tener una contaminación localizada, podríamos hablar de una contaminación generalizada», agregó.