Por Corina Pons y Deisy Buitrago (Reuters) en Caracas //
Golpe al chavismo. La coalición opositora de Venezuela ha conseguido arrebatar al socialismo de presidente Nicolás Maduro el control del parlamento por primera vez en 16 años, impulsada por el descontento de muchos venezolanos ante una grave crisis económica.
La oposición logró al menos 99 escaños de los 167 de la Asamblea Nacional unicameral y el chavismo 46 o más, según datos difundidos en la madrugada del lunes por el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Esperando el fin del recuento
Aún faltan escaños por adjudicar y todavía no está claro si la oposición tendrá los suficientes diputados como para lograr una mayoría de tres quintas partes o de dos tercios del parlamento.
Pero como mínimo, con la mayoría simple, la coalición opositora podrá aprobar el presupuesto nacional y créditos adicionales, iniciar investigaciones a responsables públicos y aprobar una publicitada Ley de Amnistía que busca liberar a quienes consideran «presos políticos», entre otras cosas.
Punto de inflexión
El triunfo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), ampliamente esperado por analistas, supone un punto de inflexión que abriría un nuevo balance de fuerzas en Venezuela y daría vigor a una oposición que, por primera vez desde que el fallecido Hugo Chávez asumió la presidencia, actuaría de contrapeso.
«Hemos venido con nuestra moral, con nuestra ética, a reconocer estos resultados adversos», dijo el presidente Nicolás Maduro, que ha sufrido una erosión en su popularidad por la crisis económica. «Siempre supimos que nadábamos contra la corriente y no nos escondimos», añadió en un mensaje televisado.