Representantes de diversas líneas de autobuses que hacen vida en el terminal Cleto Quijada de El Tigre denunciaron la mañana de este lunes una serie de irregularidades, que a su juicio, se suscitan el recinto.
Así lo aseguró Yamileth Trujillo, encargada de Expresos Orituco, quien detalló que una de las problemáticas que más preocupa actualmente a las personas que laboran en las oficinas es que la directora del terminal cerró las puertas que comunican las oficinas con los andenes, alegando que los pasajeros pasaban por allí, y no pagaban la tasa de salida.
“La directora del terminal de forma arbitraria selló las puertas, sin pensar que en caso de una emergencia, para dónde vamos a salir nosotros? Aquí hay negocios de comida que manipulan bombas de gas, y esa era una salida de emergencia”, expresó Trujillo.
Por su parte Maira Pérez, representante de Expresos Los Llanos denunció que las medidas de seguridad en el terminal de pasajeros es escaza, puntualizando que después de las 9 de la noche no existe presencia policial en los espacios del Cleto Quijada.
“A mí se me presentó un inconveniente en días pasados con una unidad y cuando intenté pasar al área de andenes, por un portón, el cual supuestamente estaría abierto para el paso de los choferes, estaba cerrado con candado. Esta situación se le ha participado a Bilisbeth González, como máxima autoridad del terminal, y no hemos recibido respuesta satisfactoria”, sentenció Pérez.
Del mismo modo otros representantes que prefirieron no identificarse por miedo a represalias comentaron que la directiva del terminal está habilitando la salida de unidades en la madrugada a nombre de los representantes de las líneas de transporte privado.
“Nos parece un abuso que habiliten autobuses a nombre de las líneas, sin nuestra autorización. Esta situación nos trae inconvenientes con nuestros jefes y a la directora eso no le importa”, señaló la fuente.
Versión oficial:
Ante esta situación, el equipo reporteril del diario El Vistazo entrevistó a la directora Bilisbeth González, quien detalló una realidad opuesta a la narrada por las denunciantes. La funcionaria explicó que el cierre de las puertas se debe a los lineamientos emitidos desde la capital para resguardar la integridad del terminal, afirmando que los representantes de líneas “tenían una guachafita y como ahora les están poniendo mano dura para trabajar correctamente, se quejan por todo”, lo que a juicio de González no es más que un ataque personal hacia su figura como directora del terminal.