Treinta hombres de los 33 detenidos en un local privado de la comunidad LGBTIQ+ en Valencia, fueron liberados la noche del 26 de julio al término de una audiencia de presentación ante un tribunal.
De acuerdo a la ONG Observatorio de Violencia LGBTIQ+, 30 de los aprehendidos salieron con régimen de presentación, mientras que el dueño y los dos masajistas del sauna donde ocurrieron las detenciones, deben presentar fiadores para ser excarcelados.
«¡No hay delito! ¡No hay delito!», gritaban a las puertas del tribunal donde se realizó la audiencia, un grupo de activistas y familiares de los hombres que según denunciaron sus abogados, fueron detenidos sin orden de allanamiento, reseñó France 24.
Sin embargo la Fiscalía imputó los delitos:
- Ultraje al Pudor
- Agavillamiento
- Contaminación Sónica
Las detenciones ocurrieron la tarde del 23 de julio en Valencia, durante una redada policial por una «fiesta sexual»; activistas de derechos humanos repudiaron este caso por considerarlo una «persecución y criminalización de la homosexualidad».
Yendry Velásquez, activista de derechos de la comunidad afirmó que se trata de ‘Homofobia de Estado ejecutada por los tribunales y la Fiscalía».
«Siento impotencia, dolor (…), uno pregunta y se burlan de nosotros, pasan por encima de nuestro dolor, necesitamos que alguien tome cartas en el asunto», expresó Ambar Cuevas, tía de uno de los detenidos.
«Fueron detenidos ilegalmente en un recinto privado (…), violando todos sus derechos, no hay ningún tipo de delito» denunció el activista de DDHH Eduardo Franco. «Fueron expuestas sus caras y nombres. Eso es un delito y es una violación de derechos humanos», agregó.
Amnistía Internacional señaló que «la comunidad LGBTIQ+ está bajo ataque en Venezuela».