Tras 11 días de su fallecimiento, este lunes 19 de septiembre se llevó a cabo el funeral de Estado de la reina Isabel II, donde se congregaron más de 500 líderes mundiales. El féretro llegó al castillo de Windsor donde recibió sepultura.
La Abadía de Westminster fue el escenario para el histórico funeral de Estado de Isabel II. Un servicio en el que se rindió homenaje a su reinado y a la vida de servicio de la reina. La Familia Real al completo, jefes de Estado y de Gobierno y miembros de la realeza de todo el mundo se congregaron para despedirla en el mismo lugar en el que fue coronada y se casó con su esposo Felipe de Edimburgo, reseñó Hola.
En total, 2.000 personas estuvieron presentes en este homenaje, el primero de estas características que se celebró en Reino Unido en casi seis décadas, cuando tuvo lugar el último adiós al que fuera primer ministro británico, Winston Churchill, el 30 de enero de 1965.
El joyero real retiró del ataúd la corona del Estado Imperial, el Orbe y el Cetro, símbolos de la realeza y se los dio al deán (sacerdote), quien los coloca en el altar mayor. Cuando terminó el último himno, el rey Carlos III puso encima del féretro la bandera del regimiento de la Guardia de Granaderos de la Compañía de la reina.
Luego el ataúd descendió hacia la cripta real de la capilla, donde también están enterrados los restos del duque de Edimburgo, quien falleció en 2021 con 99 años.
En último lugar, el decano de Westminster procedió a hacer la bendición final y entonaron el himno nacional God save the King. El gaitero de la Reina, el suboficial clase 1, Paul Burns, interpretó una canción tradicional, uno de los momentos de más recogimiento de toda la ceremonia. Luego hubo dos minutos de silencio dentro de la Abadía y en todo el Reino Unido. El suborganista interpretó la Fantasía en do menor de Bach antes del final de este servicio. La familia Real, con el rey Carlos III a la cabeza fueron los primeros en abandonar el templo. La ceremonia concluyó con la entonación del “Dios salve al rey”.