El fiscal general de Egipto, Hisham Barakat, murió este lunes luego de un atentado bomba que sufrió el convoy en el que se trasladaba por el noreste de El Cairo. Siete personas más, entre ellas dos escoltas del fiscal, resultaron heridas en el ataque.
Las fuentes del Hospital Internacional Al Nozha, donde fue ingresado el funcionario de 65 años, explicaron que falleció tras ser sometido a una intervención quirúrgica que buscaba controlar una hemorragia interna.
Barakat, ocupaba el puesto desde julio del 2013, después del derrocamiento militar del entonces presidente Mohamed Mursi, y desde entonces había presentado ante la justicia a miles de islamistas.
PRESUNTOS AUTORES
El Movimiento de Resistencia Popular se adjudicó el hecho pero también se presume de la autoría de alguna célula del Estado Islámico (EI) y fue efectivo con la colocación de una bomba en un vehículo estacionado en la avenida Emar ben Yaser, en el barrio de Masr al Gedida, junto a la Academia Militar, ocasionando además la destrucción de 30 vehículos más y daños en algunas casas.
Hasta ahora el blanco de este tipo de ataques habían sido orientados a miembros del Ejército y la policía. Desde mediados de mayo el grupo yihadista egipcio Wilaya Sina (Provincia del Sinaí), que juró lealtad al grupo terrorista Estado Islámico (EI), amenazó con vengarse de los jueces que han condenado a muerte a cientos de islamistas.
Con información de Efe y El Periódico