La presidenta de la Federación de Cámaras de Comercio de la República de Panamá (Fedecámaras), Alicia Jiménez, aseguró que las pérdidas económicas ocurridas en ese país durante las últimas semanas, alcanzan los 500 millones de dólares.
Desde hace dos semanas se han producido manifestaciones contra el aumento de los precios de bienes y servicios y del combustible.
Los profesores comenzaron las protestas con una huelga indefinida y se fueron sumando sindicatos, organizaciones sociales, grupos indígenas y otros sectores de la población.
Con el país al borde de un estallido social y más de 500 millones de dólares en pérdidas estimadas en la cadena de producción por los disturbios, el gobierno ha tratado de calmar los ánimos con concesiones.
Alicia Jiménez sostuvo que no es posible que el país esté secuestrado por pocas personas que no permiten el libre tránsito.
Destacó que, ni siquiera con la pandemia del Covid-19 se impidió el libre tránsito, y que en esta ocasión se han perdido hasta 100.000 consultas médicas.
Un total de 17 gremios productores agropecuarios, de la agroindustria y de organizaciones afines le solicitaron al gobierno poner un alto a los bloqueos en las calles y avenidas para que la producción de alimentos frescos, insumos y las materias primas para la agroindustria lleguen a los puntos de destino.
La situación resulta difícil para los productores de alimentos, «ya que está causando graves y cuantiosas pérdidas y afectaciones a la producción y a los productores nacionales, cuantificadas en $131 millones durante el período de protesta».