La Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés), lanzará durante la madrugada del martes 23 de junio el segundo satélite de su programa Copernicus. El satélite óptico Sentinel-2A será lanzado desde la Guayana francesa, el lunes a las 22:51 con un cohete Vega.
La compañía francesa Arianespace, será la encargada de la activación del instrumento que será utilizado para controlar tierras emergidas y costas, además permitirá analizar terrenos, cultivos y bosques.
El primer satélite de la familia Sentinel entró en órbita en abril del 2014, y su radar puntero permite ver la superficie de la Tierra noche y día. Sentinel-2 «está equipado con un instrumento multiespectral que ofrece varias ventajas», asegura François Spoto, responsable de proyecto de la ESA. «Destaca por la amplitud de su toma de vista (290 kilómetros), su extenso espectro de colores y su resolución (10 metros)», explica. En síntesis estos satélites ayudarán a llevar a cabo «una mejor gestión de la agricultura y de los bosques», ya que permitirán saber si un suelo necesita agua o pesticidas.
Entre otras ventajas se podrá ver en color, al ofrecer imágenes ópticas en el espectro de lo visible y del infrarrojo, indica Airbus Defence & Space, la compañía que lo fabricó; dará una vuelta a la Tierra cada 100 minutos y observará cada 10 días la totalidad de las superficies emergidas, las grandes islas, las aguas interiores y costeras.
Se espera que en mayo de 2016, cuando el Sentinel-2B alcance su órbita, el plazo para ver todas las superficies emergidas disminuirá a cinco días.
Seguridad civil
En caso de fuertes lluvias, por ejemplo, estos equipos mostrarán el recorrido que sigue el agua y su velocidad de absorción por el suelo, aspectos que servirán para brindar recomendaciones antes de urbanizar una zona. Resultarán, asimismo, útiles en caso de incendios y desplazamientos de tierra.
Sentinel-2A y 2B costaron unos 350 millones de euros (397 millones de dólares).