Monique Loffredo, presidenta en Anzoátegui de la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecámaras), sostiene que la no actualización de la Unidad Tributaria ha provocado que hasta pequeñas y medianas empresas deban cobrar el Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGTF) si reciben pagos en divisas.
De acuerdo a la opinión de Loffredo, “con la Unidad Tributaria en 0,02 bs, es decir, distorsionada, con respecto a la realidad inflacionaria, el Seniat ha calificado como contribuyentes especiales a gran cantidad de comercios y empresas de servicios tales como pequeños abastos, cafeterías, panaderías, tiendas de ropa, calzado, farmacias y hasta colegios”, detalló.
Apuntó que lo negativo de esta medida es que estos comercios han sido calificados como sujetos pasivos especiales por tener ingresos brutos anuales superiores a los 600 bolívares o superiores a 50 bolívares mensuales en los últimos seis meses. «Un monto totalmente fuera de la realidad», fustigó.
Loffredo asegura que el IGTF afecta a todo tipo de consumidores, no solo a quienes acuden a grandes empresas, también al que paga en divisas en algunos abastos, como por ejemplo, «al que va para el supermercado».
También condenó que si uno de los objetivos del IGTF es incentivar el uso del bolívar, «por ahora no existe suficiente circulante para atender todas las necesidades de pago de los consumidores, ni de los agentes de percepción que deben enterar en bolívares el 3% de lo recaudado en divisas.