La gente suele decirte que eres una persona negativa? Si en realidad lo eres, seguramente piensas que todos están mal y que para nada tiendes a ver el vaso medio vacío, ¡lo que pasa es que de verdad lo está! Justamente ese es el problema con las personas poco optimistas , que realmente se convencen a sí mismas de que las cosas están terribles, de que no podrían ser peores y son incapaces de tener la siempre valiosa perspectiva.
Ser negativo suele ser perjudicial para la propia vida pues se pierde la capacidad de disfrutar lo bueno, que aunque sea poco, siempre existe. Al final, esto provoca infelicidad, de modo que vale la pena cambiar aunque se un poco esa óptica oscura que nos impide ver las cosas brillantes que están a nuestro alrededor.
A continuación te compartimos algunos consejos que Happify nos da para disminuir un poquito la negatividad y sentirnos más felices en consecuencia.
1.- Reconoce que el problema eres tú
Con esto no queremos decir que tú seas un problema, sino que las cosas complicadas o negativas que encuentras en la vida o en el resto de las personas quizá no sean tan malas, sino que tú las estás percibiendo así por alguna razón. Por ejemplo, ¿te ha pasado que hay días en que te sientes tan vulnerable que cualquier cosa que alguien te diga podría hacerte llorar? Pues lo mismo ocurre con la negatividad. Hay ocasiones en las que te despiertas de mal humor (por toda case de razones) y debido a ello cualquier cosa que te ocurra durante el día se sentirá mala , aunque realmente no lo sea.2.- “Lávate el cerebro ” con optimismo
Lo creas o no, es posible volverte más positivo sobre la vida si repites frases optimistas regularmente. Esta es una manera sencilla de convencerte a ti mismo de que todo está bien y que el mundo es un sitio más feliz de lo que piensas. Lo mejor es que te esmeres en diseñar tus propias frases positivas, de modo que realmente signifiquen algo para ti y puedas usarlas en los momentos en que te ataque la negatividad. Por ejemplo, cuando sientas que tienes tanto trabajo que es imposible que lo termines, podrías decirte a ti mismo algo como: “no sé si lo acabaré o no, lo que sí sé es que lo disfrutaré mientras lo hago”.3.- Trátate muy bien
Si tu personalidad tiende a lo negativo cuando te sientes estresado, lo peor que puedes hacer (encima de toda la presión que estás cargando) es ser negligente contigo mismo. Es importante que no dejes de comer porque tienes mucho trabajo ni que sacrifiques demasiado tu sueño. Es más, mientras más angustiado y negativo te sientas, más complaciente y consentidor hacia ti mismo debes ser. ¿Tuviste una mala semana y todo se ve negro? Pues regálate un masaje increíble o un baño caliente con sales aromáticas ¡o una cena espectacular!4.- Ayuda a alguien
En momentos de máxima negatividad llegamos a convencernos de que a vida es mala con nosotros y que todo conspira para que las cosas nos salgan mal; pero, si nos detuviéramos un segundo a reflexionar que cada uno de nosotros es capaz de cambiar el mundo en cierta medida, quizá la esperanza sobre el futuro nos llegaría de repente. Nada mejor para demostrarnos que podemos ser agentes de cambio y optimismo, que ayudando a alguien que lo necesite. Puede ser algo realmente sencillo, como explicarle cómo realizar alguna tarea a uno de nuestros colegas o dar palabras de aliento a una persona que esté pasando por un mal momento. Inténtalo, es realmente efectivo.5.- Sé agradecido
Como te comentábamos en un inicio, la negatividad suele ser el síntoma más evidente de la falta de perspectiva. ¿Y a qué nos referimos con esto? A cosas tan sencillas y cotidianas como creer que el mundo se terminó porque subiste 3 kilos de peso o que la suerte está en tu contra porque ascendieron a tu colega del trabajo y no a ti.
A muchas personas les falta perspectiva y ven como tremendos dramas sus problemas de todos los días. Lo malo de esto es que se pierde la capacidad para apreciar las bendiciones que el destino nos ha dado, como un trabajo, la salud, personas que nos quieren, oportunidades, una comida cada día, etcétera. Te aconsejamos que hagas una lista en la que anotes esas cosas que das por sentadas (y que por eso has dejado de apreciar) para que te des cuenta de la larga lista de regalos que tienes que agradecer.