La posibilidad de instalar un campo de refugiados para los venezolanos que huyen de la crisis de su país, está descartada por el gobierno de Trinidad y Tobago. El primer ministro Keith Rowley argumenta que su país tiene muy poco espacio para ello.
“Me han contactado fuerzas externas, agencias externas para abrir campos de refugiados en Trinidad para los venezolanos. Me he negado rotundamente (…). Esas son las puertas que una vez que las abres, son muy difíciles de cerrar “, dijo en un evento público el fin de semana de acuerdo con el diario Guardian de Trinidad y Tobago.
Rowley afirmó que en los santuarios temporales de refugiados que se han abierto en países de Medio Oriente las personas han “pasado su vida entera en esos campamentos”.
Trinidad y Tobago tiene 1.3 millones de habitantes y una superficie de 5.128 Km2.