Sección Enfoque Político, espacio de opinión sobre temas de la actualidad venezolana. Autor: Héctor Cordero, diputado a la Asamblea Nacional por el estado Anzoátegui, Politólogo de la UCV.
En estos días hemos observado la desesperación del usurpador nicolás maduro en una serie de cadenas cada una más patética que la otra. Lo observamos tratando de explicar que no tiene conexión con el narcoterrorista Iván Márquez, y cómo el video donde este individuo retoma las armas contra el gobierno de Colombia, no fue grabado en Venezuela, situación esta que complica en grado superlativo su ya deteriorada imagen internacional. Ante esta situación que hace más cercana una solución no pacífica y también lo desnuda en el escenario interno, deja clara su relación íntima con el narcoterrorismo del ELN y los disidentes de las FARC.
Ante esta develación no le ha quedado otra cosa a la usurpación que tratar de tapar el escándalo con los mecanismos que permanentemente utiliza: La simulación y la calumnia. La estrategia comenzó con la denuncia de un nuevo atentado terrorista con la captura de un joven que supuestamente portaba un morral con explosivos. Como siempre, se presentaron organigramas con los supuestos cabecillas de las conspiraciones, y los testigos, frescos como lechugas involucrando a importantes líderes democráticos. Al igual que en otras ocasiones, el planteamiento fracasó. La usurpación no tiene ninguna credibilidad y el supuesto atentado terminó en el bote de la basura donde han ido a parar la “n” cantidad de inventos de magnicidios y atentados imaginados por el difunto eterno y su sucesor. Al fallar, echaron mano de un argumento más elaborado y de mayor manipulación ante la opinión pública nacional, que la caracterizada por la tendencia a creer en lo planteado por la usurpación; eso sí, siempre buscando deteriorar la imagen de los diputados de la Asamblea Nacional, del presidente Juan Guaidó y de la dirigencia democrática en general. Echaron mano de un argumento nacionalista, el tema Esequibo.
Se trata de distorsionar el tema responsabilizando a Guaidó de una supuesta entrega de ese importante territorio que ha estado en una disputa histórica, primero con el reino de Inglaterra y luego con la República Cooperativa de Guyana, huelga explicar nuestra lucha histórica desde el laudo arbitral de 1899 y todas las reuniones posteriores que mantenían el diferendo en un nivel bilateral, en contra del argumento de Guyana que siempre ha sido llevar el tema a la Corte Internacional de Justicia (CIJ). Todos los gobiernos de Venezuela, desde Goméz a Carlos Andrés II, defendieron el Esequibo en todos los escenarios.
La usurpación pretende calumniar a Juan Guaidó y a la Asamblea Nacional, diciendo en cadena nacional que se había entregado la soberanía de ese territorio para complacer a los Estados Unidos. Nada más falso. Si alguien entregó esa histórica lucha ese fue Hugo Chávez, quien a petición de Fidel Castro y para congraciarse con el Caricom, en la reunión del Grupo de Rio realizada en República Dominicana entre el 7 y el 8 de marzo del 2008 dijo, “eso es una vieja reclamación de los gobiernos adecos instigada por los Estados Unidos para derrocar al gobierno socialista de Guyana”, y con esa frase selló la entrega de ese territorio. Nunca más su gobierno cumplió con los trámites diplomáticos para mantener la bilateralidad del asunto, esto avalado incluso por la Asamblea Nacional que era controlada por el chavismo en esa época. Chávez regaló el Esequibo.
Al recuperar el control de la Asamblea Nacional por parte de los factores democráticos de la República, inmediatamente se nombró una comisión para analizar el status del tema Esequibo, y desde ese primer día han sido múltiples los acuerdos y denuncias que han hecho los diputados, tratando de recuperar la discusión y los derechos de la República. Ha sido la Asamblea Nacional la que ha defendido la soberanía del territorio, confrontando y denunciando la actitud pasiva de la Fuerza Armada Nacional, que no ha hecho nada por protegerlo.
Los acuerdos más importantes emanados de la plenaria del Parlamento, y que han sido prioridad para los diputados, son:
- Acuerdo en rechazo de la decisión del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, de enviar la controversia sobre el Esequibo a la CIJ de La Haya, fecha 06/02/2018
- Acuerdo de rechazo sobre la pretensión de la República Cooperativa de Guyana de judicializar la controversia sobre el Esequibo, fecha 19/06/2018
- Acuerdo en respuesta al Caricon, fecha 17/07/2018
- Acuerdo en ratificación de la soberanía sobre el territorio Esequibo y su fachada atlántica del 08/01/2019
- Acuerdo de rechazo a la demanda incoada por Guyana de elevar a la CIJ contra la reclamación de Venezuela del territorio Esequibo, de fecha 16/04/2019
Reto al usurpador a presentar pruebas de ´sus diligencias´ para preservar nuestra soberanía sobre el Esequibo. No puede, porque fueron ellos quienes regalaron ese territorio, solo hay que preguntarse quién era el canciller de la época para conocer las responsabilidades personales.
La mentira tiene patas cortas, y los responsables de este desastre pronto rendirán cuentas ante la justicia nacional y la justicia internacional. El discurso de la entrega del Esequibo por parte de Guaidó, así como declararlo “traidor a la patria”, es una patraña más del régimen, patraña como los magnicidios, como el Clap y los bonos hambreadores. Patraña como el slogan “país potencia”. Todos sabemos quién en realidad traicionó a la patria, quién la entregó a potencias internacionales y quién fue protagonista del mayor latrocinio en la historia de la República.
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